McGil es un espía que trabajaba de forma independiente con Estados Unidos; un día descubre que un científico ruso, pretendía desertar; cuando estaba elaborando un plan para capturarlo; recibió la orden de abandonar el caso. McGil, que había empezado la investigación y no cumple las órdenes, decide continuar con el proceso de espionaje; estas circunstancia de desacato lo acusan de complicidad. Le obligan a renunciar. Después de seis años, McGil descubre que el científico ruso, denominado "LeFarbe", está vivo y trabaja en un barco y es doble agente; el exagente busca limpiar su nombre, pero hasta lograrlo trabaja como detective privado. Éste es empleado por clientes con fines delictivos y otras veces era contratado para asumir delitos de los que no era responsable. Su vida va a estar en constante peligro, la inseguridad e incertidumbre de sobrevivir... tiene que salir del país y viajar portando su maletín que lo llevaran a diferentes lugares de Europa y África.